No has perdido nada de nada. Has sufrido. Ahora es hora de sanar. Sanar lleva tiempo. Tanto física como emocionalmente. Retomar una rutina viene muy bien, pero claro, el cuerpo tiende a acostumbrarse rápido a no hacer nada y cuesta reeducarlo, y a nuestra mente, más. Mira, a veces, lo que yo hago (que no te vayas a pensar que las que estamos aquí también somos humanas y lo de dar consejos es muy fácil, lo de seguirlos ya eso, no tanto) cuando me falta motivación o que veo que estoy volviendo a los malos hábitos, es que me cojo del pescuezo y me llevo al frente del espejo (elije el que más te guste pero que te veas bien cara a cara), y me encaro a mi misma. Hago de pepito grillo mirándome al espejo. Parece una soberana tontería y la primera vez pensarás seriamente que te falta un tornillo, pero tras unas cuantas sesiones y ver que resulta que echarte un rapapolvo (o darte una charla de ánimos, según mejor te funcione) es lo que necesitas para dejar de poner excusas y mover el culo cuando toca, te juro que ya se va perdiendo la vergüenza. Me miro a los ojos seriamente, me llamo por mi nombre y mis apellidos y me mando a mi misma a hacer lo que tengo que hacer de una buena vez. Sea lo que sea. A veces me contesto y pongo excusas (eso lo hago pensando, como si hablara la del espejo, te prometo que no estoy loca!) y entonces tengo que sermonearme un rato más o llegar a un acuerdo conmigo misma, un consenso si es necesario... si estaba negociando por no ir al gimnasio, y llego al acuerdo que empezaremos con ejercicios más suave, o haré 10min menos de cardio esta vez... etc.... me doy con un canto en los dientes. El caso es ganarle la batalla al pecado de la vagancia (que es el mío, tb tengo la gula de vez en cuando que me persigue y tengo que tenerla a raya....) en fin, espero que te sirva de algo mi mensaje... aunque solo sea para echar unas risas y pensar que estoy loca jajajajaja Ánimo campeona, ya verás que volverás a la rutina y que el cuerpo es sabio, si lo tratas bien, te lo agradece!!