Carta abierta a la ex de mi novio

[Trigo_de_Deméter]

Contexto al final de la carta.

Hola,
No sé si algún día leerás esto, pero no es lo importante. Lo estoy haciendo por mí. Para soltar. Quiero liberar lo que sentí el otro día al verte en esa situación tan tensa y no quiero que se quede dentro de mí como temor o dolor.

Lo que viví en esos minutos fue incómodo. Sé que cabía la posiblidad de que nos encontráramos contigo en las fiestas de Santander, pero no imaginaba que pudiera ser de esa manera. No imaginaba tampoco esa mirada llena de rencor, ni la manera en la que te dirigiste a mí, que soy una persona que no conoces de nada y que aparecí en la vida de tu exnovio tiempo después de que rompierais. Me miraste como culpable de algo que, en realidad, no me pertenece.

Lo que ocurrió entre vosotros no es mi historia.

Entiendo que estés dolida, que quizás aún haya cosas que no has podido soltar. Y lo respeto, de verdad. Pero tus palabras y tu actuación fueron injustas y crueles, y aunque me esfuerzo por entender de donde vienen, no voy a cargar con ellas.

Sé que duele ver que alguien que no hacía ciertas cosas contigo, las haga ahora con otra persona. Pero la verdad es que las personas cambian y cada relación es distinta. No se trata de comparar ni de medir quién tuvo más o menos. Creo que necesitamos seguir o permitirnos seguir y aceptar los caminos que ya se han bifurcado y seguir cada uno el suyo en paz.

No te guardo odio. No te deseo mal. Deseo, ex de mi novio, que encuentres la paz. Tu lugar. Tu calma. Tu cierre.
Y deseo que nunca más necesites herir a otras personas para ajustarlas a lo que tú esperas de ellas. Ni las hieras para sentirte mejor.

Yo, por mi parte, seguiré caminando con tranquilidad de la mano de quien un día sostuvo la tuya. Pero no te equivoques, nuestra historia no es tu historia y tu historia, no es la mía. No pienso cargar con ella, así que, por favor, ciérrala y pasa página.

Te deseo lo mejor, de verdad, pero lejos de mí y de él.

Contexto: Hace unos días, mientras disfrutábamos de las fiestas de Santander, mi novio y yo tuvimos un encontronazo con su ex. Habíamos bromeado sobre la posiblidad de que nos la encontráramos, pero lo que pensábamos que podría tratarse de alguna mala mirada por su parte si eso ocurría, se convirtió en un muy mal trago.

Apareció de la nada. Sulfurando odio y rencor. ¿Cómo nos había localizado en una ciudad atestada de gente? ¿Mala suerte? Era la primera vez que íbamos a la capital porque habíamos estado evitando la posibilidad de verla, pero después de tantos meses, merecíamos también disfrutar de la ciudad. Ellos habían roto de forma definitiva un año antes, tras muchos vaivenes y situaciones turbulentas y tóxicas. Mi novio salió de esa relación de cuatro años con visitas al psiquiatra y tomando antidepresivos, con los que continua a día de hoy. Noto su tensión si voy a decir algún "pero" y su ansiedad si cree que le voy a confrontar con algo. Su antigua relación de verdad le ha hecho mella.

Desde que estamos juntos le ha llamado con números de otras personas, de madrugada, mandado emails por estar su número bloqueado, ha llamado a la hermana y madre de él, contactado con sus amigos. Y no parece rendirse. Qué es lo que quiere conseguir todavía no lo sabemos. Mi novio se mantiene firme, sólido, me da la confianza y seguridad de quererme y no le baila el agua.

Sus apariciones son cosas que hemos hablado durante horas desde el respeto, el cariño, la comprensión y el afecto. No tengo miedo de que me falle ni de caer, porque sé que me quiere. Pero aquella noche, primera vez que la veía en persona, ella sólo intentaba tambalear nuestra relación con frases como "sé que todavía no me has superado" o con sus últimas palabras antes de alejarse de nosotros empujada por sus amigas para que no siguiera montando el numerito: "Este hdp te va a destrozar la vida".

[Rapunzel]

Uff, lo siento mucho... No sé qué te habrá dicho aparte de los dos comentarios que has puesto al final, pero nadie debería creerse con el derecho de atacar a otra persona, aunque sea verbalmente.
Podría ser que justamente por estar de fiesta, la chica estuviese más desinhibida y en una situación normal no lo habría hecho.