vengo a abrir este debate porque me siento entre la espada y la pared con este tema. Desde que soy madre siento que poco a poco, mis amigas sin hijos y yo hemos empezado a vivir en planetas diferentes, y no sé si soy yo la rara o qué pasa.
Os pongo en contexto: antes de ser madre yo era la primera en apuntarme a cualquier plan. Fiesta, cenas, escapadas de última hora... Pero ahora, con niños pequeños mi vida es un poco más complicada. Entre pañales, horarios de siesta y cenas tempranas, siento que no puedo seguir el ritmo que antes tenía con mis amigas de toda la vida.
Lo que me duele es que noto que a ellas les molestan los niños en los planes. Si sugiero una comida en un sitio donde pueda llevar a mis peques, de repente el entusiasmo baja. Si por cualquier razón digo que no puedo quedarme hasta tarde porque al día siguiente toca madrugar me miran como si hubiera traicionado la diversión del grupo.
Al mismo tiempo, entiendo que ellas tienen otro estilo de vida y que no tienen por qué adaptarse a mis necesidades de madre. ¡Pero es que yo tampoco puedo desaparecer del mundo ni quiero perderlas!
Me siento dividida porque a veces creo que no encajo ni con las madres que solo hablan de lactancia ni con mis amigas que todavía están en modo Carpe Diem.
Preguntas para abrir debate:
Si sois madres, ¿sentís que vuestras amigas sin hijos no entienden vuestra nueva vida?
Si no sois madres, ¿os sentís juzgadas por las amigas con hijos?
¿Cómo podemos encontrar puntos de encuentro para no perder esas amistades que tanto queremos?
De verdad que me encantaría leer opiniones porque a veces siento que soy la pesada del grupo y otras que soy la incomprendida...